Las amenazas del cambio climático son significativas y están llevando a los países a reformular sus políticas públicas para buscar soluciones que, idealmente, les permitan reducir sus emisiones al máximo posible sin tener que sacrificar sus posibilidades de crecimiento económico y reducción de la pobreza.
Transición energética
Los retos de las políticas de transición energética
¿Por qué la transición energética?
Una transición es un cambio fundamental en la estructura del sistema energético.
Esto resulta de cambios en la demanda de energía y en la oferta de los diferentes combustibles.
Los últimos dos siglos son un buen ejemplo. Durante este período se dio una explosión en el consumo de energía que se multiplicó más de 30 veces (gráfica izquierda), al tiempo que los desarrollos tecnológicos permitieron satisfacer esa creciente demanda sustituyendo la madera como combustible dominante por carbón, gas y petróleo (gráfica derecha).
Esta transformación hizo posible contar con la energía necesaria para la explosión en el progreso económico y social que el mundo ha experimentado, y que se refleja en que el porcentaje de habitantes del planeta viviendo condiciones de pobreza extrema pasó del 90% al 10% y el ingreso per cápita se multiplicó por siete.


Pero las transiciones energéticas pueden ser también el resultado de cambios en la orientación en la política pública, como lo es el caso actual. De la mano de la relación positiva que ha habido entre disponibilidad de energía y progreso económico (gráfica izquierda) también ha habido una de aumento en las emisiones de CO2 que impulsan el calentamiento global (gráfica derecha).

