Autor: Juan Camilo Herrera.
El reciente reporte del sexto informe de evaluación del Grupo de Trabajo I (WGI) del IPCC ha capturado titulares en todos los medios audiovisuales y escritos de Colombia y el mundo. Esta entrada del blog presenta un sumario acerca de qué es el IPCC, el grupo de trabajo I, los informes de evaluación y cuáles son los puntos clave del mencionado reporte.
¿Qué es el IPCC, el grupo de trabajo I, y los informes de evaluación?
El IPCC es el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático por sus siglas en inglés y fue creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en 1988. Es una organización de países de las Naciones Unidas (ONU) o de la OMM y actualmente cuenta con 195 miembros.
El objetivo del IPCC es proporcionar a los gobiernos información científica que puedan utilizar para desarrollar e implementar políticas climáticas, y la información que proveen es clave para las negociaciones internacionales sobre el cambio climático las cuales se realizan en varias sesiones a lo largo del año siendo la más importante la Conferencia de las Partes (COP) entre los países miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)[1].
El IPCC está dividido en tres grupos de trabajo. El Grupo de Trabajo I (WGI) se ocupa de las bases científicas del cambio climático, el Grupo de Trabajo II (WGII) de los impactos del cambio climático, la adaptación y la vulnerabilidad, y el Grupo de Trabajo III (WGIII) de la mitigación del cambio climático. Desde su creación, el IPCC ha elaborado cinco informes de evaluación (Assessment Reports -AR) siendo éstos los informes científicos más completos sobre el cambio climático producidos en todo el mundo, además de otros informes especiales y documentos técnicos.
Para los informes de evaluación, los científicos del IPCC dedican voluntariamente su tiempo a evaluar los miles de artículos científicos que se publican cada año para ofrecer un resumen exhaustivo de lo que se sabe sobre los factores que provocan el cambio climático, sus impactos y riesgos futuros, y cómo la adaptación y la mitigación pueden reducir esos riesgos. La revisión abierta y transparente por parte de expertos y gobiernos de todo el mundo es una parte esencial del proceso del IPCC, para garantizar una evaluación objetiva y completa y para reflejar una amplia gama de opiniones y conocimientos. El IPCC no realiza sus propias investigaciones.
[1] Colombia aprobó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático mediante la expedición de la Ley 164 de 1994

Línea de tiempo de los informes de evaluación del IPCC.
Puntos Clave del informe
El lunes 9 de agosto fue publicado en un reporte de más de 3.000 páginas, las conclusiones del sexto informe de evaluación (AR6) por parte del Grupo de Trabajo I (WGI) en el cual participaron más de 200 autores (de los cuales dos son colombianos)[1], convirtiéndose este documento en la información más actualizada del sistema climático y del cambio climático con base en los últimos avances de la ciencia. Los reportes de los otros grupos de trabajo (WGII y WGIII) son esperados para el primer trimestre del próximo año.
El WGI elaboró una síntesis para tomadores de decisión (SPM) en un documento de 40 páginas más accesible en el cual se condensan las principales conclusiones del reporte en un resumen ejecutivo, el cual fue aprobado en sesión conjunta del IPCC por todos los países miembros, incluido Colombia.
A partir de la síntesis para tomadores de decisión (SPM), el cual invitamos a consultar en el siguiente enlace, se muestran a continuación algunos de los puntos clave del informe:
- La actividad humana es la causa inequívoca del cambio climático.
- La temperatura global de la superficie fue 1,09 °C más alta en 2011-2020 que en 1850-1900.
- La influencia humana ha contribuido al patrón de cambios observados en las precipitaciones desde mediados del siglo XX.
- La influencia humana ha contribuido al patrón de cambios observados en la salinidad oceánica cercana a la superficie.
- Las trayectorias de las tormentas extratropicales se ha desplazado hacia los polos en ambos hemisferios.
- La influencia humana es la principal causante del retroceso global de los glaciares y la disminución de la superficie de hielo marino del Ártico.
- La influencia humana ha contribuido al derretimiento observado de la capa de hielo de Groenlandia en las últimas dos décadas.
- La capa superior del océano se ha calentado desde la década de 1970 y la influencia humana es el principal factor.
- Las emisiones de CO2 de origen antropogénico son el principal factor de la actual acidificación global de la superficie del océano.
- Los niveles de oxígeno en la capa superior del océano han disminuido a lo largo de muchas regiones desde mediados del siglo XX.
- El nivel medio del mar aumentó 0,20 m entre 1901 y 2018 y la influencia humana ha sido el principal causante de estos aumentos desde al menos 1971
- las zonas climáticas se han desplazado hacia los polos en ambos hemisferios
- Los cambios en el sistema climático no tienen precedentes en miles o millones de años
- Los efectos del cambio climático ya están afectando distintos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos como las olas de calor, las fuertes precipitaciones, las sequías y los ciclones tropicales, etc.
- La temperatura global de la superficie seguirá aumentando al menos hasta mediados de siglo en todos los escenarios de emisiones considerados.
- El calentamiento global de 1,5°C y 2°C se superará durante el siglo XXI a menos que se produzcan profundas reducciones de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero en las siguientes décadas.
- El cambio climático ya está afectando fenómenos meteorológicos y climáticos extremos como el aumento de la frecuencia e intensidad de las temperaturas extremas, las olas de calor marinas y las fuertes precipitaciones, las sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones y la proporción de ciclones tropicales intensos, así como la reducción del hielo marino del Ártico, de la capa de nieve y del permafrost.
- El calentamiento global intensificará la variabilidad del ciclo global del agua y por ende las precipitaciones, los flujos de agua superficiales, las temporadas húmedas y secas, las lluvias monzónicas, las tormentas, y la severidad de los fenómenos meteorológicos húmedos y secos.
- Los sumideros de carbono oceánicos y terrestres se vuelven menos eficaces para absorber la acumulación de CO2 en la atmósfera a medida que las emisiones de CO2 aumentan
- Muchos de los cambios causados por el cambio climático son irreversibles durante siglos o milenios, especialmente los cambios en el océano, las capas de hielo y el nivel del mar.
- Los factores naturales y la variabilidad interna pueden disimular los cambios provocados en los sistemas climáticos, especialmente a escala regional y a corto plazo
- A medida que el calentamiento global se incrementa, todas las regiones experimentarán cada vez más cambios simultáneos y múltiples en los factores del impacto climático
- Eventos catastróficos de baja probabilidad -como el colapso de las capas de hielo, cambios abruptos en las corrientes oceánicas, fenómenos compuestos extremos y un calentamiento sustancialmente mayor que los evaluados- no pueden descartarse y forman parte de la evaluación de riesgos.
- Lograr emisiones cero netas de CO2 a nivel mundial es un requisito para estabilizar el aumento de la temperatura global en la superficie, junto con fuertes reducciones en las emisiones de otros gases de efecto invernadero.
- Los escenarios de reducción de emisiones más ambiciosos conducen en pocos años a efectos apreciables en las concentraciones de gases de efecto invernadero y aerosoles, y en la calidad del aire, en comparación con los escenarios de emisiones de GEI altas
El reporte también incluye un novedoso atlas interactivo para explorar por regiones y escenarios de ambición climática información clave y variables relevantes sobre sobre el cambio climático utilizados en el reporte
Sumario del reporte para tomadores de decisión
A continuación, encuentran el sumario del reporte para tomadores de decisión (SPM) traducido al español con una descripción más amplia de los puntos claves mostrados arriba. Las gráficas, tablas y otras particularidades del informe se encuentran en el documento original en el siguiente enlace.
- Es inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra. Se han producido cambios rápidos y generalizados en la atmósfera, el océano, la criósfera y la biosfera.
El aumento observado en las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) desde aproximadamente 1750 es inequívocamente causado por las actividades humanas. Desde 2011, las concentraciones han seguido aumentando en la atmósfera, alcanzando medias anuales de 410 ppm para el dióxido de carbono (CO2), 1866 partes por mil millones (PPB por sus siglas en inglés) para el metano (CH4) y 332 PPB para el óxido nitroso (N2O) en 2019. El suelo y el océano han absorbido una proporción casi constante (globalmente alrededor del 56% por año) de las emisiones de CO2 procedentes de las actividades humanas durante las últimas seis décadas, con diferencias regionales (confianza alta).
Cada una de las últimas cuatro décadas ha sido sucesivamente más cálida que cualquier década que la haya precedido desde 1850. La temperatura global en la superficie en las dos primeras décadas del siglo XXI (2001-2020) fue 0,99 [0,84-1,10] °C más alta que en 1850-1900. La temperatura global en la superficie fue 1,09 [0,95 a 1,20] °C más alta en 2011-2020 que en 1850-1900, con mayores aumentos en el suelo (1,59 [1,34 a 1,83] °C) que en el océano (0,88 [0,68 a 1,01] °C). El aumento estimado de la temperatura global en la superficie desde el AR5 se debe principalmente a un mayor calentamiento desde 2003-2012 (+0,19 [0,16 a 0,22] °C). Además, los avances metodológicos y los nuevos conjuntos de datos contribuyeron aproximadamente 0,1ºC a la estimación actualizada del calentamiento en el AR6.
El rango probable del aumento total de la temperatura global en superficie causado por el hombre desde 1850-1900 hasta 2010-2019 es de 0,8°C a 1,3°C, con una estimación más probable de 1,07°C. Es probable que los GEI hayan contribuido a un calentamiento de 1,0°C a 2,0°C, otros factores humanos (principalmente los aerosoles) han contribuido a un enfriamiento entre 0,0°C a 0,8°C, los factores naturales han cambiado la temperatura global en la superficie de -0,1°C a 0,1°C y la variabilidad interna la ha cambiado de -0,2°C a 0,2°C. Es muy probable que los GEI hayan sido el factor principal del calentamiento de la troposfera desde 1979, y extremadamente probable que el agotamiento del ozono estratosférico provocado por el hombre haya sido el principal factor del enfriamiento del límite inferior de la estratosfera entre 1979 y mediados de la década de 1990.
Es probable que la precipitación media mundial ha aumentado desde 1950, con una tasa de aumento más rápida desde la década de 1980 (confianza media). Es probable que la influencia humana haya contribuido al patrón de cambios observados en las precipitaciones desde mediados del siglo XX, y es muy probable que la influencia humana haya contribuido al patrón de cambios observados en la salinidad oceánica cercana a la superficie. Es probable que las trayectorias de las tormentas extratropicales se hayan desplazado hacia los polos en ambos hemisferios desde la década de 1980, con una marcada estacionalidad en la tendencia (confianza media). En el hemisferio sur es muy probable que la influencia humana ha contribuido al desplazamiento hacia el polo de la corriente de chorro extratropical en el verano austral.
Es muy probable que la influencia humana sea la principal causante del retroceso global de los glaciares desde la década de 1990 y de la disminución de la superficie de hielo marino del Ártico entre 1979-1988 y 2010-2019 (alrededor del 40% en septiembre y cerca del 10% en marzo). No ha habido una tendencia significativa en el área de hielo marino de la Antártida entre 1979 y 2020 debido a tendencias regionalmente opuestas y a una gran variabilidad interna. Es muy probable que la influencia humana haya contribuido a la disminución de la cobertura de nieve primaveral del hemisferio norte desde 1950. Es muy probable que la influencia humana ha contribuido al derretimiento observado de la capa de hielo de Groenlandia en las últimas dos décadas, pero sólo hay limitada evidencia, con un acuerdo moderado, de la influencia humana en la pérdida de masa de la capa de hielo antártica.
Es prácticamente seguro que la capa superior del océano (0-700 m) se ha calentado desde la década de 1970 y es extremadamente probable que la influencia humana sea el principal factor. Es prácticamente seguro que las emisiones de CO2 de origen humano son el principal factor de la actual acidificación global de la superficie del océano. Existe una alta confianza en que los niveles de oxígeno han disminuido en la capa superior del océano a lo largo de muchas regiones desde mediados del siglo XX, y una confianza media de que la influencia humana ha contribuido a este descenso.
El nivel medio del mar aumentó 0,20 [0,15 a 0,25] m entre 1901 y 2018. La tasa media de aumento del nivel del mar fue de 1,3 [0,6 a 2,1] mm por año entre 1901 y 1971, aumentando a 1,9 [0,8 a 2,9] mm por año entre 1971 y 2006, y aumentando aún más a 3,7 [3,2 a 4,2] mm por año entre 2006 y 2018 (confianza alta). Es muy probable que la influencia humana haya sido el principal causante de estos aumentos desde al menos 1971.
Los cambios en la biosfera terrestre desde 1970 son consistentes con el calentamiento global: las zonas climáticas se han desplazado hacia los polos en ambos hemisferios, y la estación de crecimiento se ha alargado en promedio hasta dos días por década desde 1950 en los extratropicos del hemisferio norte (confianza alta).
- No hay precedentes en muchos siglos o miles de años en los cambios recientes en el sistema climático en su conjunto y el estado actual de muchos aspectos del sistema climático.
En 2019, las concentraciones atmosféricas de CO2 fueron mayores que en cualquier otro momento en al menos 2 millones de años (confianza alta), y las concentraciones de CH4 y N2O fueron mayores que en cualquier otro momento en al menos 800.000 años (confianza muy alta). Desde 1750, los aumentos de las concentraciones de CO2 (47%) y CH4 (156%) han excedido con creces, y los aumentos de N2O (23%) son similares a los cambios naturales milenarios entre los períodos glaciares e interglaciares de al menos los últimos 800.000 años (confianza muy alta).
La temperatura global de la superficie ha aumentado más rápidamente desde 1970 que en cualquier otro período de 50 años durante al menos los últimos 2000 años (confianza alta). Las temperaturas durante la década más reciente (2011-2020) superan las del período cálido más reciente de hace unos 6.500 años [de 0,2°C a 1°C en relación con 1850-1900] (confianza media). Antes de eso, el siguiente periodo cálido más reciente fue hace unos 125.000 años, cuando la temperatura [0,5°C a 1,5°C en relación con 1850-1900] coincide con las observaciones de la década más reciente (confianza media).
En 2011-2020, la superficie media anual de hielo marino del Ártico alcanzó su nivel más bajo desde al menos 1850 (confianza alta). La superficie de hielo marino del Ártico a finales del verano fue menor que en cualquier otro momento de al menos los últimos 1000 años (confianza media). La naturaleza global del retroceso de los glaciares, con el retroceso sincronizado de casi todos los glaciares del mundo, no tiene precedentes desde la década de 1950 en al menos los últimos 2000 años (confianza media).
El nivel medio global del mar ha aumentado más rápido desde 1900 que en cualquier otro siglo anterior en al menos los últimos 3000 años (confianza alta). El océano se ha calentado más rápido durante el último siglo que desde el final de la última transición deglacial hace unos 11.000 años (confianza media). En los últimos 50 millones de años se produjo un aumento de largo plazo en el pH de la superficie del océano (confianza alta), y un pH de la superficie del océano tan bajo como el de las últimas décadas es inusual en los últimos 2 millones de años (confianza media).
- El cambio climático inducido por el hombre ya está afectando muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo. Las pruebas de los cambios observados en fenómenos extremos como las olas de calor, las fuertes precipitaciones, las sequías y los ciclones tropicales y, en particular, su atribución a la influencia humana, se han reforzado desde el AR5.
Es prácticamente seguro que las temperaturas altas extremas se han vuelto más frecuentes e intensas en la mayoría de las regiones desde la década de 1950, mientras que los extremos fríos se han vuelto menos frecuentes y graves, con un alto grado de confianza en que el cambio climático inducido por el hombre es el principal causante de estos cambios.
Algunas de las recientes olas de calor extremas observadas en la última década habrían sido extremadamente improbables sin la influencia humana en el sistema climático. La frecuencia de las olas de calor marinas se ha duplicado aproximadamente desde la década de 1980 (confianza alta), y es muy probable que la influencia humana haya contribuido a la mayoría de ellas desde al menos 2006.
La frecuencia y la intensidad de las precipitaciones intensas han aumentado desde la década de 1950 en la mayor parte de la superficie terrestre para la que los datos de observación son suficientes para el análisis de tendencias (confianza alta), y el cambio climático inducido por el hombre es probablemente el principal factor. El cambio climático inducido por el hombre ha contribuido a aumentar las sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones debido al aumento de la evapotranspiración del suelo (confianza media).
La disminución de las precipitaciones mundiales de los monzones terrestres entre 1950 y 1980 se atribuye en parte a las emisiones de aerosoles causadas por el hombre en el hemisferio norte, pero los aumentos que se han producido desde entonces son consecuencia del aumento de las concentraciones de GEI y de la variabilidad interna entre décadas (confianza media). En Asia meridional, Asia oriental y África occidental, los aumentos de las precipitaciones monzónicas debido al calentamiento provocado por las emisiones de GEI se vieron contrarrestados por las disminuciones de las precipitaciones monzónicas debidas al enfriamiento provocado por las emisiones de aerosoles de origen humano durante el siglo XX (confianza alta). El aumento de las precipitaciones de los monzones de África Occidental desde los años 80 se debe en parte a la creciente influencia de los GEI y a la reducción del efecto de enfriamiento de las emisiones de aerosoles de origen humano sobre Europa y América del Norte (confianza media).
Es probable que la proporción global de ocurrencia de ciclones tropicales mayores (categoría 3-5) haya aumentado en las últimas cuatro décadas, y la latitud en la que los ciclones tropicales del Pacífico Noroccidental alcanzan su máxima intensidad se ha desplazado hacia el norte; estos cambios no pueden explicarse únicamente por la variabilidad interna (confianza media). Hay poca confianza en las tendencias a largo plazo de la frecuencia de los ciclones tropicales de todas las categorías. Los estudios de atribución de eventos y la comprensión física indican que el cambio climático inducido por el hombre aumenta las fuertes precipitaciones asociadas a los ciclones tropicales (confianza alta), pero las limitaciones de los datos impiden detectar claramente las tendencias pasadas a escala global.
Es probable que la influencia humana haya aumentado la posibilidad de que se produzcan fenómenos extremos compuestos desde la década de 1950. Esto incluye el aumento de la frecuencia de olas de calor y sequías simultáneas a escala mundial (confianza alta); las condiciones meteorológicas favorables para los incendios en algunas regiones de la totalidad de los continentes habitados (confianza media); y las inundaciones compuestas en algunos lugares (confianza media). Los fenómenos extremos compuestos son la combinación de múltiples factores y/o amenazas que contribuyen al riesgo social o medioambiental. Ejemplos de ello son las olas de calor y las sequías simultáneas, las inundaciones compuestas (por ejemplo, una marea de tormenta en combinación con precipitaciones extremas y/o el caudal de un río), o las condiciones meteorológicas compuestas favorables para los incendios (es decir, una combinación de condiciones de calor, sequía y vientos rápidos).
- Un mejor conocimiento de los procesos climáticos y de la respuesta del sistema climático al aumento del forzamiento radiativo da lugar a una mejor estimación de la sensibilidad climática en equilibrio en comparación al AR5
El forzamiento radiativo de origen humano de 2,72 [1,96 a 3,48] W/m^2 en 2019 con respecto a 1750 ha calentado el sistema climático. Este calentamiento se debe principalmente al aumento de las concentraciones de GEI, reducido en parte por el enfriamiento debido al aumento de las concentraciones de aerosoles. El forzamiento radiativo ha aumentado en 0,43 W/m^2 (19%) en relación con el AR5, de los cuales 0,34 W/m^2 se deben al aumento de las concentraciones de GEI desde 2011. El resto se debe a la mejora de la comprensión científica y a los cambios en el análisis del forzamiento de los aerosoles, que incluyen la disminución de su concentración y la mejora de su cálculo (confianza alta).
El forzamiento radiativo positivo neto provocado por el ser humano causa una acumulación de energía adicional (calentamiento) en el sistema climático, reducida en parte por el aumento de la pérdida de energía hacia el espacio en respuesta al calentamiento de la superficie. La tasa media observada de calentamiento del sistema climático aumentó de 0,50 [0,32 a 0,69] W/m^2 para el período 1971-2006, a 0,79 [0,52 a 1,06] W/m^2 para el período 2006-2018-20 (confianza alta). El calentamiento del océano representó el 91% del calentamiento del sistema climático, mientras que el calentamiento de la tierra, la pérdida de hielo y el calentamiento atmosférico representaron aproximadamente el 5%, el 3% y el 1%, respectivamente (confianza alta).
El calentamiento del sistema climático ha provocado el aumento del nivel medio del mar en todo el mundo debido a la pérdida de hielo en la Tierra y a la expansión térmica provocada por el calentamiento de los océanos. La tasa de pérdida de capas de hielo se multiplicó por cuatro entre 1992-1999 y 2010-2019. En conjunto, la pérdida de masa de las capas de hielo y de los glaciares fue lo que más contribuyó al aumento del nivel medio del mar en el mundo durante 2006-2018. (confianza alta).
El AR6 estimó una mejor sensibilidad climática en equilibrio, la cual es una magnitud relevante que se utiliza para estimar cómo responde el clima al forzamiento radiativo. Basándose en múltiples trayectorias de evidencia, el rango muy probable de la sensibilidad climática de equilibrio está entre 2°C (confianza alta) y 5°C (confianza media). La mejor estimación del AR6 es de 3°C con un rango probable de 2,5°C a 4°C (confianza alta), en comparación con los 1,5°C a 4,5°C del AR5.
- La temperatura global de la superficie seguirá aumentando al menos hasta mediados de siglo en todos los escenarios de emisiones considerados. El calentamiento global de 1,5°C y 2°C se superará durante el siglo XXI a menos que se produzcan profundas reducciones de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero en las próximas décadas.
En comparación con 1850-1900, es muy probable que la temperatura global promedio de la superficie en 2081-2100 aumente entre 1,0°C y 1,8°C en el escenario de emisiones de GEI bajo (SSP1-1.9), entre 2,1°C y 3,5°C en el escenario intermedio (SSP2-4.5) y entre 3,3°C y 5,7°C en el escenario de emisiones de GEI muy altas (SSP5-8.5). La última vez que la temperatura global de la superficie se mantuvo en un nivel igual o superior a 2,5°C respecto a 1850-1900 fue hace más de 3 millones de años (confianza media).
Corto plazo, 2021-2040 | Mediano plazo, 2041-2060 | Largo plazo, 2081-2100 | ||||
Escenario | Valor más probable (°C) | Rango muy probable (°C) | Valor más probable (°C) | Rango muy probable (°C) | Valor más probable (°C) | Rango muy probable (°C) |
SSP1-1,9 | 1,5 | 1,2 a 1,7 | 1,6 | 1,2 a 2,0 | 1,4 | 1,0 a 1,8 |
SSP1-2,6 | 1,5 | 1,2 a 1,8 | 1,7 | 1,3 a 2,2 | 1,8 | 1,3 a 2,4 |
SSP2-4,5 | 1,5 | 1,2 a 1,8 | 2,0 | 1,6 a 2,5 | 2,7 | 2,1 a 3,5 |
SSP3-7,0 | 1,5 | 1,2 a 1,8 | 2,1 | 1,7 a 2,6 | 3,6 | 2,8 a 4,6 |
SSP5-8,5 | 1,6 | 1,3 a 1,9 | 2,4 | 1,9 a 3,0 | 4,4 | 3,3 a 5,7 |
Cambios en temperatura media global para periodos de 20 años en cinco escenarios.
Basándose en las múltiples trayectorias evaluadas, el calentamiento global de 2°C, relativo a 1850-1900, se superaría durante el siglo XXI bajo los escenarios de emisiones de GEI altas y muy altas (SSP3-7.0 y SSP5-8.5, respectivamente). En el escenario intermedio (SSP2-4,5) es muy probable que se supere un calentamiento global de 2 °C. En los escenarios de emisiones de GEI bajas es muy improbable que se supere un calentamiento global de 2 °C (SSP1-1,9), o poco probable (SSP1-2,6).
Es muy probable que se supere el nivel de calentamiento global de 2 °C en el periodo a mediano plazo (2041-2060) en el escenario de emisiones de GEI muy elevadas (SSP5-8,5), es probable que se produzca en el escenario de emisiones de GEI elevadas (SSP3-7,0), y es más probable que no se produzca en el escenario de emisiones de GEI intermedias (SSP2-4,5).
El calentamiento global de 1,5°C con respecto a 1850-1900 se superaría durante el siglo XXI en los escenarios intermedio, alto y muy alto considerados en este informe (SSP2-4.5, SSP3-7.0 y SSP5-8.5, respectivamente). En los cinco escenarios, en el corto plazo (2021-2040) es muy probable que se supere el nivel de calentamiento global de 1,5 °C en el escenario de emisiones de GEI muy altas (SSP5-8,5), es probable que se supere en los escenarios de emisiones de GEI intermedias y altas (SSP2-4,5 y SSP3-7,0), es más probable que no se supere en el escenario de emisiones de GEI bajas (SSP1-2,6) y es más probable que no se alcance en el escenario de emisiones de GEI muy bajas (SSP1-1,9). Además, en el escenario de emisiones de GEI muy bajas (SSP1-1.9), es más probable que no que la temperatura global en superficie vuelva a descender por debajo de 1,5 °C hacia finales del siglo XXI, con un rebasamiento temporal de no más de 0,1 °C por encima del calentamiento global de 1,5 °C.
La temperatura global de la superficie en un solo año puede variar por encima o por debajo de la tendencia a largo plazo inducida por el hombre, debido a la considerable variabilidad natural. La aparición de años individuales con un cambio de la temperatura global en superficie por encima de un determinado nivel, por ejemplo 1,5°C o 2ºC, en relación con 1850-1900, no implica que se haya alcanzado este nivel de calentamiento global.
- Muchos cambios en el sistema climático se incrementan en relación directa con el aumento del calentamiento global. Entre ellos se encuentran el aumento de la frecuencia e intensidad de las temperaturas extremas, las olas de calor marinas y las fuertes precipitaciones, las sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones y la proporción de ciclones tropicales intensos, así como la reducción del hielo marino del Ártico, de la capa de nieve y del permafrost.
Es prácticamente seguro que la superficie terrestre seguirá calentándose más que la oceánica (probablemente entre 1,4 y 1,7 veces más). Es prácticamente seguro que el Ártico continuará calentándose más que la temperatura global de la superficie por encima de dos veces la tasa de calentamiento global (confianza alta).
Con cada incremento adicional del calentamiento global, los cambios en los valores extremos siguen siendo mayores. Por ejemplo, cada 0,5°C adicional de calentamiento global provoca aumentos claramente perceptibles en la intensidad y la frecuencia de las altas temperaturas extremas, incluidas las olas de calor (muy probable), y las precipitaciones intensas (confianza alta), así como las sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones (confianza alta).
En algunas regiones se observan cambios apreciables en la intensidad y la frecuencia de las sequías meteorológicas, con más regiones que muestran aumentos que disminuciones, por cada 0,5 °C adicionales de calentamiento global (confianza media). Incrementos en la frecuencia e intensidad de las sequías hidrológicas será mayor con el aumento del calentamiento global en algunas regiones (confianza media). Se producirá un aumento en la ocurrencia de algunos fenómenos extremos sin precedentes en el registro de observaciones con el calentamiento global adicional, incluso con 1,5°C de calentamiento global. Los cambios porcentuales proyectados en la frecuencia son mayores para los fenómenos más raros (confianza alta).
Se prevé que algunas regiones de latitudes medias y semiáridas, así como la región de los monzones de Suramérica experimenten el mayor aumento de la temperatura para los días más calurosos, a un ritmo entre 1,5 y 2 veces superior al del calentamiento global (confianza alta). Se prevé que el Ártico experimente el mayor incremento de la temperatura para los días más fríos, en torno a 3 veces la tasa de calentamiento global (confianza alta). Con el calentamiento global adicional, la frecuencia de las olas de calor marinas seguirá aumentando (confianza alta), especialmente en el océano tropical y en el Ártico (confianza media).
Es muy probable que las precipitaciones extremas se intensifiquen y se vuelvan más frecuentes en la mayoría de las regiones con el calentamiento global adicional. A escala mundial, se prevé que las precipitaciones diarias extremas se intensifiquen en un 7% aproximadamente por cada 1°C de calentamiento global (confianza alta). Se prevé que la proporción de ciclones tropicales intensos (categorías 4-5) y las velocidades máximas de los vientos de los ciclones tropicales más intensos aumenten a escala mundial con el aumento del calentamiento global.
Se prevé que el calentamiento adicional amplifique el deshielo del permafrost y la pérdida de la capa de nieve estacional, del hielo terrestre y del hielo marino del Ártico (confianza alta). Es probable que el Ártico esté prácticamente libre de hielo marino en septiembre al menos una vez antes de 2050 según los cinco escenarios ilustrativos considerados en el informe, con ocurrencias más frecuentes para niveles de calentamiento más altos. Hay poca certidumbre en la disminución prevista del hielo marino antártico.
- Se prevé que la continuidad del calentamiento global intensifique aún más el ciclo global del agua, incluyendo su variabilidad, las precipitaciones monzónicas globales y la severidad de los eventos húmedos y secos.
Desde el AR5 hay pruebas más contundentes de que el ciclo global del agua seguirá intensificándose a medida que aumenten las temperaturas globales (confianza alta), y se prevé que las precipitaciones y los flujos de agua superficiales sean más variables en la mayoría de las regiones terrestres entre estaciones (confianza alta) y de un año a otro (confianza media). Se prevé que la media anual de precipitación terrestre global aumente entre 0% y 5% en el escenario de emisiones de GEI muy bajas (SSP1-1.9), entre 1,5% y 8% en el escenario de emisiones de GEI intermedias (SSP2-4.5) y entre 1% y 13% en el escenario de emisiones de GEI muy altas (SSP5-8.5) para 2081-2100 en relación con 1995-2014 (rangos probables). Se prevé que las precipitaciones aumenten en las latitudes altas, en el Pacífico ecuatorial y en partes de las regiones monzónicas, pero que disminuyan en partes de los subtrópicos y en zonas limitadas de los trópicos en los escenarios SSP2-4.5, SSP3-7.0 y SSP5-8.5 (muy probable). Se prevé que las partes de la tierra que experimentan aumentos o disminuciones perceptibles en la precipitación media estacional se incrementen (confianza media). Existe una confianza alta en un inicio más temprano del deshielo primaveral, con mayores caudales máximos a expensas de los caudales estivales en las regiones dominadas por la nieve a nivel mundial.
Un clima más cálido intensificará las temporadas húmedas y secas además de los fenómenos meteorológicos y las estaciones, con implicaciones para las inundaciones o las sequías (confianza alta), pero la ubicación y la frecuencia de estos fenómenos dependen de los cambios previstos en la circulación atmosférica regional, incluidos los monzones y las trayectorias de las tormentas de latitudes medias. Es muy probable que la variabilidad de las precipitaciones relacionada con El Niño (ENSO) se amplifique en la segunda mitad del siglo XXI en los escenarios SSP2-4.5, SSP3-7.0 y SSP5-8.5.
Se prevé que las lluvias monzónicas aumenten a mediano y largo plazo a escala mundial, especialmente en el sur y el sudeste de Asia, Asia oriental y África occidental, aparte del extremo occidental del Sahel (confianza alta). Se prevé que la estación de los monzones tenga un inicio diferido en América del Norte y del Sur y en África Occidental (confianza alta) y un repliegue atrasado en África occidental (confianza media).
A largo plazo, es probable que se produzca un desplazamiento hacia el sur y una intensificación de las trayectorias de las tormentas de latitud media del hemisferio sur además de las precipitaciones asociadas a ellas en los escenarios de altas emisiones de GEI (SSP3-7.0, SSP5-8.5), pero a corto plazo el efecto de la recuperación del ozono estratosférico contrarresta estos cambios (confianza alta). Existe una confianza media en el desplazamiento continuo hacia el polo de las tormentas y sus precipitaciones en el Pacífico Norte, mientras que existe una confianza baja en los cambios previstos en las trayectorias de las tormentas del Atlántico Norte.
- En escenarios en el que las emisiones de CO2 aumentan, se prevé que los sumideros de carbono oceánicos y terrestres sean menos eficaces para frenar la acumulación de CO2 en la atmósfera.
Aunque se prevé que los sumideros naturales de carbono terrestre y oceánico absorban, en términos absolutos, una cantidad progresivamente mayor de CO2 en los escenarios de emisiones más elevadas en comparación con los de emisiones más bajas, éstos se vuelven menos eficaces, es decir, la proporción de emisiones absorbidas por la tierra y el océano disminuye con el aumento de las emisiones acumuladas de CO2. Se prevé que esto dará lugar a una mayor proporción de CO2 emitido que permanecerá en la atmósfera (confianza alta).
Basado en las proyecciones de los modelos, bajo el escenario intermedio que estabiliza las concentraciones de CO2 en la atmósfera durante este siglo (SSP2-4.5), se prevé que las tasas de CO2 absorbidas por la tierra y los océanos disminuyan en la segunda mitad del siglo XXI (confianza alta). En los escenarios de emisiones de GEI muy bajas y bajas (SSP1-1.9, SSP1-2.6), en los que las concentraciones de CO2 alcanzan su punto máximo y disminuyen durante el siglo XXI, la tierra y los océanos comienzan a absorber menos carbono en respuesta a la disminución de las concentraciones atmosféricas de CO2 (confianza alta) y se convierten en una fuente neta débil para el año 2100 bajo el escenario SSP1-1.9 (confianza media). Es muy poco probable que el sumidero global combinado tanto de la tierra como del océano se convierta en una fuente para 2100 en los escenarios sin emisiones netas negativas (SSP2-4.5, SSP3-7.0, SSP5-8.5).
La magnitud de las retroalimentaciones entre el cambio climático y el ciclo del carbono aumenta, pero también se vuelve más incierta en los escenarios de altas emisiones de CO2 (confianza muy alta). Sin embargo, las proyecciones de los modelos climáticos muestran que las incertidumbres en las concentraciones atmosféricas de CO2 para 2100 están dominadas por las diferencias entre los escenarios de emisiones (confianza alta). Las respuestas adicionales de los ecosistemas al calentamiento aún no se han incluido plenamente en los modelos climáticos, tales como los flujos de CO2 y CH4 procedentes de los humedales, el deshielo del permafrost y los incendios forestales, los cuales aumentarían aún más las concentraciones de estos gases en la atmósfera (confianza alta).
- Muchos de los cambios causados por las emisiones pasadas y futuras de gases de efecto invernadero son irreversibles durante siglos o milenios, especialmente los cambios en el océano, las capas de hielo y el nivel del mar.
Las emisiones pasadas de GEI desde 1750 han expuesto al océano a un calentamiento futuro (confianza alta). Durante el resto del siglo XXI, el calentamiento probable de los océanos oscila entre 2-4 (SSP1-2,6) y 4-8 veces (SSP5-8,5), el cambio entre 1971-2018. Basándose en múltiples fuentes de evidencia, la estratificación de la capa superior del océano (prácticamente segura), la acidificación del océano (prácticamente segura) y la desoxigenación del océano (alta confianza) seguirán aumentando en el siglo XXI, a un ritmo que depende de las futuras emisiones. Los cambios son irreversibles en escalas de tiempo de cientos a miles de años en la temperatura global del océano (confianza muy alta), la acidificación del océano profundo (confianza muy alta) y la desoxigenación (confianza media).
Los glaciares montañosos y polares están destinados a seguir derritiéndose durante décadas o siglos (confianza muy alta). La pérdida del carbono atrapado en el permafrost tras el deshielo es irreversible a escalas de tiempo centenarias (confianza alta). La pérdida continua de hielo durante el siglo XXI es prácticamente segura para la capa de hielo de Groenlandia y probable para la capa de hielo de la Antártida. Existe una confianza alta en que la pérdida total de hielo de la capa de Groenlandia aumentará con las emisiones acumuladas. Existe evidencia limitada de eventos de baja probabilidad y alto impacto (resultantes de procesos de inestabilidad de la capa de hielo caracterizados por una profunda incertidumbre y que en algunos casos implican puntos de quiebre) que aumentarían considerablemente la pérdida de hielo de la capa de la Antártida por siglos bajo escenarios de altas emisiones de GEI.
Es prácticamente seguro que el nivel medio del mar a nivel mundial seguirá aumentando durante el siglo XXI. En relación con el período 1995-2014, el aumento probable del nivel medio del mar en 2100 es de 0,28-0,55 m en el escenario de emisiones de GEI muy bajas (SSP1-1.9), de 0,32-0,62 m en el escenario de emisiones de GEI bajas (SSP1-2.6), de 0,44-0,76 m en el escenario de emisiones de GEI intermedias (SSP2-4.5) y de 0,63-1.01 m en el escenario de emisiones de GEI muy altas (SSP5-8.5), y para 2150 es de 0,37-0,86 m en el escenario muy bajo (SSP1-1.9), de 0,46-0,99 m en el escenario bajo (SSP1-2.6), de 0,66-1,33 m en el escenario intermedio (SSP2-4.5) y de 0,98-1,88 m en el escenario muy alto (SSP5-8.5) (confianza media). No puede descartarse un aumento global del nivel medio del mar por encima del rango probable -que se aproxima a 2 m para 2100 y a 5 m para 2150 en un escenario de emisiones de GEI muy altas (SSP5-8.5) (confianza baja)- debido a la profunda incertidumbre en los procesos de las capas de hielo.
En el largo plazo, el nivel del mar aumentará durante siglos o milenios debido al continuo calentamiento de los océanos profundos y al deshielo de las capas de hielo, y permanecerá elevado durante miles de años (confianza alta). En los próximos 2000 años, el nivel medio global del mar aumentará entre 2 y 3 m si el calentamiento se limita a 1,5 °C, entre 2 y 6 m si se limita a 2 °C y entre 19 y 22 m con un calentamiento de 5 °C, y seguirá subiendo durante los siguientes milenios (confianza baja). Las proyecciones de aumento del nivel medio del mar a nivel mundial son coherentes con los niveles reconstruidos durante los períodos climáticos cálidos del pasado: probablemente entre 5 y 10 m más alto que los niveles actuales hace 125.000 años, cuando las temperaturas globales eran muy probablemente entre 0,5°C y 1,5°C más altas que en 1850-1900; y muy probablemente entre 5 y 25 m más altos que hace aproximadamente 3 millones de años, cuando las temperaturas globales eran entre 2,5°C y 4°C más altas (confianza media).
- Los factores naturales y la variabilidad interna ajustarán los cambios provocados por el hombre, especialmente a escala regional y a corto plazo, con poco efecto sobre el calentamiento global de largo plazo. Es importante tener en cuenta estos ajustes a la hora de planificar toda la gama de cambios posibles.
El registro histórico de la temperatura global en la superficie pone de manifiesto que la variabilidad entre décadas ha fomentado y enmascarado los cambios subyacentes a largo plazo causados por el hombre, y que esta variabilidad continuará en el futuro (confianza muy alta). Por ejemplo, la variabilidad interna entre décadas y las variaciones de los factores solares y volcánicos encubrieron parcialmente el calentamiento global provocado por el hombre durante 1998-2012, con marcadas características regionales y estacionales (confianza alta). No obstante, el calentamiento del sistema climático continuó durante este periodo, como se refleja tanto en el calentamiento continuo del océano (confianza muy alta) como en el aumento continuo de los eventos de temperaturas altas extremas (confianza media).
Los cambios esperados en el clima y en los factores que fomentan el impacto climático a causa de la actividad humana, incluidos los eventos extremos, se verán amplificados o atenuados por fenómenos de variabilidad interna como El Niño (ENSO), la oscilación decenal del Pacífico y la oscilación multidecadal del Atlántico. (confianza alta). Podría producirse un enfriamiento a corto plazo en cualquier lugar concreto con respecto al clima actual y sería coherente con el aumento de la temperatura global en superficie debido a la influencia humana (confianza alta).
La variabilidad interna ha sido en gran medida responsable de la amplificación y atenuación de los cambios causados por el hombre en la precipitación media observada en muchas regiones (confianza alta). A escala global y regional, los cambios en el corto plazo en los monzones estarán dominados por los efectos de la variabilidad interna (confianza media). Además de la influencia de la variabilidad interna, los cambios previstos a corto plazo en las precipitaciones a escala mundial y regional son inciertos debido a la incertidumbre de los modelos y a la incertidumbre asociada a los forzamientos de los aerosoles naturales y antropogénicos (confianza media).
Basado en la evidencia histórica paleoclimática, es probable que se produzca al menos una gran erupción volcánica durante el siglo XXI. Una erupción de este tipo reduciría la temperatura y las precipitaciones en la superficie del planeta, especialmente sobre el suelo, durante uno a tres años, alterando la circulación monzónica global, modificando las precipitaciones extremas y los factores que fomentan el impacto climático (confianza media). Por ende, si se produce una erupción de este tipo, esto encubriría temporal y parcialmente el cambio climático provocado por el hombre.
- En la medida que el calentamiento global se incrementa, se prevé que todas las regiones experimenten cada vez más cambios simultáneos y múltiples en los factores del impacto climático. Los cambios en varios factores del impacto climático se extenderían más con 2 °C en comparación con el calentamiento global de 1,5 °C y se extenderían y/o pronunciarían aún más para niveles de calentamiento más elevados.
Se prevé que todas las regiones experimenten incrementos en los factores del impacto climático asociados a altas temperaturas y descensos en los de bajas temperaturas (confianza alta). Se prevén descensos adicionales en el permafrost, la nieve, los glaciares y las capas de hielo, los lagos y el hielo marino del Ártico (confianza media a alta). Estos cambios serían mayores con un calentamiento global de 2 °C con respecto al de 1,5 °C (confianza alta). Por ejemplo, se espera que los récords de temperaturas extremas que son relevantes para la agricultura y la salud se superen con mayor frecuencia con niveles de calentamiento más altos (confianza alta).
Con un calentamiento global de 1,5°C, se prevé que las precipitaciones fuertes y las inundaciones asociadas se intensifiquen y sean más frecuentes en la mayoría de las regiones de África y Asia (confianza alta), Norte América (confianza media a alta) y Europa (confianza media). Asimismo, se prevé que las sequías agrícolas y ecológicas sean más frecuentes y/o graves en algunas regiones de todos los continentes, excepto en Asia, en comparación con 1850-1900 (confianza media); también se prevé un aumento de las sequías meteorológicas en algunas regiones (confianza media). Se prevé que un pequeño número de regiones experimenten aumentos o disminuciones de las precipitaciones medias (confianza media).
A partir de 2°C de calentamiento global, el nivel de confianza y la magnitud del cambio en las sequías y las precipitaciones fuertes y medias aumentan en comparación con aquellas que ocurren con 1,5°C. Se prevé que las fuertes precipitaciones y las inundaciones asociadas sean más intensas y frecuentes en las islas del Pacífico y en muchas regiones de América del Norte y Europa (confianza media a alta). Estos cambios también se observan en algunas regiones de Australasia y América central y del sur (confianza media). Se espera que varias regiones de África, América del Sur y Europa experimenten un aumento de la frecuencia y/o la gravedad de las sequías agrícolas y ecológicas con una confianza media a alta; también se esperan aumentos en Australasia, América Central y del Norte y el Caribe con una confianza media.
Igualmente se prevé que un pequeño número de regiones de África, Australasia, Europa y América del Norte se vean afectadas por aumentos de las sequías hidrológicas, y que varias regiones se vean afectadas por aumentos o disminuciones de las sequías meteorológicas con mayor tendencia al aumento (confianza media). Se prevé que las precipitaciones medias aumenten en todas las regiones polares, el norte de Europa y el norte de América del Norte, en la mayoría de las regiones asiáticas y en dos regiones de América del Sur (confianza alta).
Se espera que un mayor número de factores que fomentan el impacto climático a lo largo de más regiones cambien a partir de 2°C en adelante en comparación con un calentamiento global de 1,5°C (confianza alta). Los cambios específicos por regiones incluyen la intensificación de los ciclones tropicales y/o las tormentas extratropicales (confianza media), el aumento de las inundaciones fluviales (confianza media a alta), la reducción de las precipitaciones medias, el aumento de la aridez (confianza media a alta), y el aumento de las condiciones meteorológicas favorables para los incendios (confianza media a alta). En la mayoría de las regiones hay una confianza baja en cambios potenciales futuros de otros factores que fomentan el impacto climático, como el granizo, las tormentas de hielo, las tormentas severas, las tormentas de polvo, las nevadas intensas y los deslizamientos de tierra.
Es entre muy probable y prácticamente seguro que el aumento regional promedio del nivel del mar continuará a lo largo del siglo XXI, excepto en unas pocas regiones con importantes tasas de levantamiento geológico del terreno. Aproximadamente dos tercios del litoral mundial tiene un aumento proyectado del nivel del mar relativo a nivel regional entre el ±20% del aumento medio mundial (confianza media). Debido a la subida relativa en el nivel del mar, los fenómenos extremos asociados al nivel del mar que ocurrían una vez por siglo en el pasado ahora ocurrirán al menos de forma anual en el 2100 en más de la mitad de las ubicaciones donde hay instalados mareógrafos (confianza alta). La subida relativa del nivel del mar contribuye a aumentar la frecuencia y la gravedad de las inundaciones costeras en las zonas bajas y a la erosión costera en la mayoría de las costas arenosas (confianza alta).
Las ciudades intensifican el calentamiento inducido por el hombre a nivel local, y una mayor urbanización junto con un aumento en la frecuencia de las temperaturas extremas aumentará la gravedad de las olas de calor (confianza muy alta). La urbanización también aumenta la media y el máximo de las precipitaciones sobre las ciudades (confianza media) y la intensidad de la escorrentía resultante (confianza alta). En las ciudades costeras, la combinación de eventos extremos más frecuentes en el nivel del mar (debido a la subida del nivel del mar y a las mareas de tempestad) y eventos extremos en las lluvias y el caudal de los ríos harán que las inundaciones sean más probables (confianza alta).
Se prevé que muchas regiones experimenten un aumento de la probabilidad de fenómenos compuestos con un mayor calentamiento global (confianza alta). En particular, es probable que las olas de calor y las sequías concurrentes sean más frecuentes. Los fenómenos compuestos extremos serán más frecuentes en varios lugares, incluso en las zonas productoras de cultivos, a partir de 2°C, en comparación con el calentamiento global de 1,5°C (confianza alta).
- Eventos de baja probabilidad, como el colapso de las capas de hielo, cambios abruptos en las corrientes oceánicas, algunos fenómenos compuestos extremos y un calentamiento sustancialmente mayor que el rango evaluado como muy probable de calentamiento futuro, no pueden descartarse y forman parte de la evaluación de riesgos.
Si el calentamiento global supera el intervalo evaluado como muy probable para un determinado escenario de emisiones de GEI, incluidos los escenarios de bajas emisiones de GEI, los cambios globales y regionales en muchos aspectos del sistema climático, como las precipitaciones regionales y otros factores del impacto climático, también excederían sus rangos evaluados como muy probables (confianza alta). Estos eventos de baja probabilidad y mayor calentamiento están asociados a impactos potencialmente muy grandes, como por ejemplo a través de olas de calor y fuertes precipitaciones más intensas y frecuentes, y a un riesgo alto para los sistemas humanos y ecológicos, particularmente para los escenarios de altas emisiones de GEI.
Eventos de baja probabilidad y alto impacto podrían ocurrir a escala global y regional, incluso en el caso de un calentamiento global dentro del rango de alta probabilidad para un determinado escenario de emisiones de GEI. La probabilidad de ocurrencia de eventos de baja probabilidad y alto impacto aumenta con niveles de calentamiento global más altos (confianza alta). No pueden descartarse ni las respuestas abruptas ni los puntos de quiebre del sistema climático, como el fuerte aumento del deshielo de la Antártida y el retroceso de los bosques (confianza alta).
Si aumenta el calentamiento global, algunos fenómenos compuestos extremos con baja probabilidad en el clima pasado y actual serán más frecuentes, y habrá una mayor probabilidad de que se produzcan fenómenos con elevada intensidad, duración y/o extensión espacial sin precedentes en el registro observacional (confianza alta).
Es muy probable que la Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico se debilite durante el siglo XXI en todos los escenarios de emisiones. Mientras existe una confianza alta en la disminución de ésta durante el siglo XXI, solo hay una confianza baja en la magnitud de la tendencia de este debilitamiento. Existe una confianza media en que no se producirá un colapso abrupto antes de 2100. Si se produjera tal colapso, sería muy probable que causara cambios bruscos en los patrones climáticos regionales y en el ciclo del agua, como un desplazamiento hacia el sur del cinturón de lluvias tropicales, el debilitamiento de los monzones africanos y asiáticos y el fortalecimiento de los monzones del hemisferio sur, y la desecación en Europa.
Fenómenos naturales imprevisibles y poco frecuentes que no estén relacionados a la influencia humana en el clima pueden dar lugar a resultados de baja probabilidad y alto impacto. Por ejemplo, en el pasado se ha producido una secuencia de grandes erupciones volcánicas explosivas en el transcurso de varias décadas, lo que ha provocado importantes perturbaciones climáticas globales y regionales durante varios decenios. No se puede descartar que tales acontecimientos se produzcan en el futuro, pero debido a su inherente imprevisibilidad no se incluyen en el conjunto ilustrativo de escenarios a los que se refiere este Informe.
- Desde la perspectiva de las ciencias físicas, limitar el calentamiento global inducido por el hombre a un nivel específico requiere limitar las emisiones acumuladas de CO2, alcanzando al menos emisiones cero netas de CO2, junto con fuertes reducciones en las emisiones de otros gases de efecto invernadero. Unas reducciones fuertes, rápidas y sostenidas en las emisiones de CH4 también limitarían el efecto de calentamiento resultante de la disminución de la contaminación por aerosoles y mejorarían la calidad del aire.
El presente Informe reafirma con una confianza alta la conclusión del AR5 de que existe una relación casi lineal entre las emisiones antropogénicas de CO2 acumuladas y el calentamiento global que provocan. Se considera que cada 1.000 GtCO2 de emisiones de CO2 acumuladas puede causar un aumento de entre 0,27°C y 0,63°C en la temperatura global de la superficie, con una estimación más probable de 0,45°C. Este rango es más ajustado en comparación con el AR5 y el SR15. Esta cantidad se denomina respuesta climática transitoria a las emisiones acumuladas de CO2 (TCRE por sus siglas en inglés). Esta relación implica que alcanzar un nivel neto de cero emisiones antropogénicas de CO2 es un requisito para estabilizar el aumento de la temperatura global en cualquier nivel, pero limitar el aumento de la temperatura global a un nivel específico implicaría limitar las emisiones acumuladas de CO2 dentro de un presupuesto de carbono.
Durante el período 1850-2019, se emitió un total de 2390 ± 240 (rango probable) GtCO2 de CO2 antropogénico. Los presupuestos de carbono restantes se han estimado para varios límites de temperatura global y varios niveles de probabilidad, basándose en el valor estimado del TCRE y su incertidumbre, en las estimaciones del calentamiento histórico, en las variaciones del calentamiento proyectado por las emisiones diferentes al CO2, en las retroalimentaciones del sistema climático como las emisiones procedentes del deshielo del permafrost, y en el cambio de la temperatura global de la superficie después de que las emisiones antropogénicas globales de CO2 lleguen a cero neto.
Se han reevaluado varios factores que determinan las estimaciones del presupuesto de carbono restante, y los reajustes de estos factores desde el SR15 son pequeñas. Por lo tanto, cuando se ajustan las emisiones desde los informes anteriores, las estimaciones de los presupuestos de carbono restantes son de una magnitud similar en comparación con la SR15, pero mayores en comparación con el AR5 debido a las mejoras metodológicas.
La remoción antropogénica de CO2 (CDR por sus siglas en inglés) tiene el potencial de eliminar el CO2 de la atmósfera y almacenarlo de forma duradera en reservorios (confianza alta). El objetivo de la CDR es compensar las emisiones residuales para alcanzar un nivel de cero emisiones netas de CO2 o de GEI o, si se aplica a una escala en la que las remociones antropogénicas superan las emisiones antropogénicas, para reducir la temperatura de la superficie. Los métodos de CDR pueden tener efectos potencialmente amplios sobre los ciclos biogeoquímicos y el clima, que pueden debilitar o reforzar el potencial de estos métodos para eliminar el CO2 y reducir el calentamiento, y también pueden influir en la disponibilidad y calidad del agua, la producción de alimentos y la biodiversidad (confianza alta).
La remoción antropogénica de CO2 (CDR) que conduce a emisiones negativas netas a nivel global reduciría la concentración atmosférica de CO2 e invertiría la acidificación de los océanos superficiales (confianza alta). Las remociones y emisiones antropogénicas de CO2 se compensan parcialmente con la liberación y absorción de CO2, respectivamente, desde o hacia las reservas de carbono terrestre y oceánico (confianza muy alta). La CDR reduciría el CO2 atmosférico en una cantidad aproximadamente igual al aumento de las emisiones antropogénicas de la misma magnitud (confianza alta). La disminución del CO2 atmosférico derivada de las remociones antropogénicas de CO2 podría ser hasta un 10% menor que el aumento del CO2 atmosférico derivado de una cantidad igual de emisiones de CO2, dependiendo de la cantidad total de CDR (confianza media).
Si se lograra y mantuviese las emisiones negativas de CO2 netas a nivel mundial, el aumento de la temperatura superficial inducido por el CO2 se revertiría gradualmente, pero otros cambios climáticos continuarían en su dirección actual durante décadas o milenios (confianza alta). Por ejemplo, el nivel medio del mar a nivel mundial tardaría de varios siglos a milenios en invertir su curso, incluso bajo emisiones negativas de CO2 netas (confianza alta).
En los cinco escenarios ilustrativos, los cambios simultáneos en las emisiones de CH4, aerosoles y sustancias precursoras del ozono, que también contribuyen a la contaminación atmosférica, conducen también a un calentamiento neto de la superficie global a corto y largo plazo (confianza alta). A largo plazo, este calentamiento neto es menor en los escenarios que suponen controles a la contaminación atmosférica combinados con reducciones en las emisiones de CH4 fuertes y sostenidas (confianza alta).
En los escenarios de emisiones de GEI bajas y muy bajas, las reducciones asumidas en las emisiones antropogénicas de aerosoles conducen a un calentamiento neto, mientras que las reducciones de las emisiones de CH4 y otras sustancias precursoras del ozono conducen a un enfriamiento neto. Debido a la corta vida del CH4 y de los aerosoles, estos efectos climáticos se contrarrestan parcialmente y las reducciones de las emisiones de CH4 también contribuyen a mejorar la calidad del aire al reducir el ozono superficial global (confianza alta).
Lograr emisiones cero netas de CO2 a nivel mundial es un requisito para estabilizar el aumento de la temperatura global en la superficie inducido por el CO2, en el que las emisiones antropogénicas de CO2 se equilibran con las absorciones antropogénicas de CO2. Esto es diferente de lograr las emisiones netas de GEI, donde las emisiones antropogénicas de GEI ponderadas métricamente son iguales a las remociones antropogénicas de GEI ponderadas métricamente.
Para una trayectoria de emisión de GEI dada, las trayectorias de los gases de efecto invernadero individuales determinan la respuesta climática resultante, mientras que la elección de la métrica de emisiones utilizada para calcular las emisiones y absorciones agregadas de los diferentes GEI afecta el momento en el tiempo en el que los gases de efecto invernadero agregados son calculados para ser cero netos. Se proyecta que las trayectorias de emisiones que alcancen y mantengan las emisiones cero netas de GEI definidas por el potencial de calentamiento global a 100 años den lugar a un descenso de la temperatura de la superficie después de un pico anticipado (confianza alta).
- Los escenarios con emisiones de GEI muy bajas o bajas (SSP1-1.9 y SSP1-2.6) conducen en pocos años a efectos apreciables en las concentraciones de gases de efecto invernadero y aerosoles, y en la calidad del aire, en comparación con los escenarios de emisiones de GEI altas y muy altas (SSP3-7.0 o SSP5-8.5). Bajo este contraste de escenarios, las diferencias discernibles en las tendencias de la temperatura global empezarían a surgir a partir de la variabilidad natural en un plazo de unos 20 años, y en períodos de tiempo más largos para otros factores del impacto climático (confianza alta).
Las reducciones de las emisiones en 2020 asociadas a las medidas para reducir la propagación del COVID-19 dieron lugar a efectos temporales pero detectables en la contaminación atmosférica (confianza alta), y a un pequeño aumento temporal en el forzamiento radiativo total, debido a las disminuciones en el enfriamiento causado por las emisiones antropogénicas de aerosoles (confianza media). Las respuestas climáticas globales y regionales a este forzamiento temporal son, sin embargo, indetectables por encima de la variabilidad natural (confianza alta). Las concentraciones atmosféricas de CO2 siguieron aumentando en 2020, sin que se detectara una disminución de la tasa de crecimiento del CO2 observada (confianza media).
Las reducciones de las emisiones de GEI también conllevan mejoras en la calidad del aire. Sin embargo, a corto plazo, incluso en escenarios con una fuerte reducción de GEI, como en los escenarios de emisiones de GEI bajas y muy bajas (SSP1-2.6 y SSP1-1.9), estas mejoras no son suficientes en muchas regiones contaminadas para alcanzar las directrices de calidad del aire especificadas por la Organización Mundial de la Salud (confianza alta). Escenarios con reducciones específicas de emisiones de contaminantes atmosféricos dan lugar a mejoras más rápidas en la calidad del aire en pocos años en comparación con la reducción de emisiones de GEI únicamente, pero a partir de 2040 se prevén mejoras en aquellos escenarios que combinan esfuerzos para reducir los contaminantes atmosféricos y las emisiones de GEI, la magnitud de los beneficios varía según la región (confianza alta).
Los escenarios con emisiones de GEI muy bajas o bajas (SSP1-1.9 y SSP1-2.6) tendrían efectos rápidos y sostenidos para limitar el cambio climático causado por el hombre, en comparación con los escenarios con emisiones de GEI altas o muy altas (SSP3-7.0 o SSP5-8.5), pero las primeras respuestas del sistema climático pueden ser encubiertas por la variabilidad natural. En el caso de la temperatura global de la superficie, las diferencias en las tendencias a 20 años probablemente emergerían en el corto plazo en un escenario de emisiones de GEI muy bajas (SSP1-1.9), relativo a los escenarios de emisiones de GEI altas o muy altas (SSP3-7.0 o SSP5-8.5). La respuesta de otras variables climáticas surgiría de la variabilidad natural en diferentes momentos del siglo XXI (confianza alta).
Los escenarios con emisiones de GEI muy bajas y bajas (SSP1-1.9 y SSP1-2.6) provocarían cambios sustancialmente menores en una serie de factores del impacto climático más allá de 2040 comparado con los escenarios con emisiones de GEI altas y muy altas (SSP3-7.0 y SSP5-8.5). Para finales de siglo, los escenarios con emisiones de GEI muy bajas y bajas limitarían fuertemente el cambio de varios factores del impacto climático, como el aumento de la frecuencia de los fenómenos extremos en el nivel del mar, las precipitaciones intensas y las inundaciones pluviales, y el incremento de las temperaturas extremas por encima de los umbrales nocivos, al tiempo que limitarían el número de regiones en los que se exceden estos umbrales, relativo a los escenarios de emisiones de GEI más altas (confianza alta). Los cambios también serían menores en el escenario de emisiones muy bajas comparado con el de emisiones bajas, así como en el escenario intermedio (SSP2-4.5) comparado con los escenarios de emisiones altas o muy altas (confianza alta).
[1] Paola A. Arias (Escuela Ambiental, Universidad de Antioquia). Daniel Ruiz Carrascal (Columbia University)